Suntuosa, caprichosa y sensual, vigilada por las majestuosas cimas del Atlas, la llamada "Perla del Sur" nunca deja a nadie indiferente y
la primera impresión que nos ofrece supera cualquier lectura, descripción apasionada o imagen vista previamente. Realmente
inolvidable.
Esta declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es una de las más prestigiosas y emblemáticas capitales del antiguo
imperio marroquí. Es la ciudad de las mil y una noches, un lugar mítico y místico, un punto de encuentro para buscadores
de sensaciones insólitas y deslumbrantes.
Junto con Fez, Meknes y Rabat, es una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos.
En ella respiraremos una sorprendente atmósfera, repleta de sabores intensos, frenéticos colores y sonidos vibrantes. Es una
ciudad camaleónica, cambiante, como las grandes metrópolis cosmopolitas.
El primer nombre de la ciudad fue Marroukech ("vete deprisa")... Confronta con la actualidad, dado que muchos turistas se quedarían
aquí para siempre, entre sus zocos y sombreadas callejuelas, degustando un té a la menta, escuchando a sus músicos,
aguadores, dentistas, encantadores de serpientes, echadores de la buenaventura, vendedores de diversos artículos o malabaristas en
su famosa, exótica y frenética Plaza Jemaa el Fna.
La vida nocturna se vive más intensamente en las calles que en los locales, aunque existen bares nocturnos y típicos restaurantes
dispersos por toda la ciudad.
Sus lugares de interés son:
Plaza Jemaa el Fna: Nombrada en 2001 Patrimonio Oral Universal por la UNESCO, es la principal plaza de
Marrakech. Se encuentra a escasos metros de la Koutubia, quedando dominada por su alminar. Durante el día, la plaza es un bullicioso
mercado de alimentos, medicinas, recuerdos... Por la tarde, la plaza da paso a los cuentacuentos, encantadores de serpientes, danzantes,
vendedores de zumos de fruta, acróbatas... convirtiéndose en un gran espectáculo.
Mezquita Koutoubia o Mezquita de los Libreros: Esta Mezquita fue construida en 1158 por el almohade
Yacub el-Mansur. Su imponente alminar es la hermana gemela de la Giralda (Sevilla) y mide 69 m., por lo que es el edificio más alto de
Marrakech.
Jardines de la Menara: A las afueras de Marrakech, este bonito estanque fue construido por los almohades
en el s. XII, para abastecer de agua a la zona oeste de la ciudad. En el s. XIX y en el centro de la orilla sur, se colocó un elegante
pabellón cuya silueta destaca frente a las montañas del Atlas, que se sirven de impresionante marco.
Tumbas Saadianas: Fueron construidas por orden de Ahmed al-Mansur, quien junto con miembros de su familia
de la dinastía saadiana, se encuentra enterrado en este lugar. Estas tumbas, que datan del s. XVI, se encuentran rodeadas de altos muros
que las separan de la Kasbah.
Palacio de la Bahía: Este palacio fue construido por orden del gran visir Ba Ahmed a finales del
s. XIX. Está compuesto de Riads, salones de recepción, patios y jardines.
La Medina: Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985, desde ella pueden contemplarse los
edificios civiles y religiosos más importantes de la ciudad.
Jardines Majorelle: Es el jardín botánico de Marrakech. Fue diseñado en 1924 por
el pintor francés Jacques Majorelle. En él se encuentran gran variedad de especies vegetales y da cobijo a más de 15
especies de pájaros.